La Asociación de Prejubilados y Jubilados de Telefónica
se constituyó en Abril de 1999 como consecuencia de la masiva cantidad de prejubilaciones que realizó Telefónica en el año 1998.
Coincidió con la aparición de los primeros problemas de nuestro colectivo, como fue la pretensión de la Compañia de cambiar el contrato de prejubilación, que se habia suscrito con Telefónica , por otro a favor de T.S.O.S.T.E.S.A.
Nuestra APT se declara explicitamente desvinculada de Telefónica, de Partidos políticos, así como de Sindicato alguno. Nació con vocación de ser una asociación nacional puesto que fué la primera que se creó. Su fundación e inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior es de 14 de Abril de 1999 y su número de registro es el 164.992.
Posteriormente se han creado otras asociaciones, la mayoria con caracter provincial.
APT - permite asociarse a todos los Prejubilados y Jubilados procedentes de Telefónica o su grupo de empresas.
APT - cuenta con asociados en la mayoría de las provincias del territorio español.
Nuestra Asociación hace cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos 15/99 (LOPD).
Antecedentes
En el año 1996 se firma, por primera vez para los empleados de Telefónica, un Convenio Colectivo que entra en vigor ese mismo año, en el que se contempla la posibilidad de que puedan acogerse a un programa de bajas incentivadas los empleados que lo deseen. (BOE de 19 de junio de 1996 – cláusula 5ª).
Esta medida se continuó en el Convenio Colectivo 1997-1998 y, acogiéndose a él, se publica el Boletín 1515, del 15 de junio de 1998, que declara vigente hasta el 31-12-98 un programa de bajas incentivadas con empleos en las Empresas del Grupo, Prejubilaciones y Jubilaciones anticipadas.
Estos programas de reducción de plantilla, fueron generando un colectivo de personas con varias cosas en común: haber trabajado en Telefónica, tener unas condiciones similares de desvinculación, y que esa desvinculación se había producido a través de unos Convenios Colectivos; eran acuerdos de la Empresa y los Sindicatos.
Estas personas fueron descubriendo que había diferencias en las condiciones económicas y sociales en las que se habían desvinculado unos y otros. Lo que movió a un grupo de decididos exempleados a acogerse a la ley vigente y el catorce de abril de 1999 se constituyeron como Asociación, que fue registrada con el nombre de Asociación de Prejubilados de Telefónica, APT.
Es el Convenio Colectivo de 1999-2000 el que incluye el primer programa de Expediente de Regulación de Empleo para los trabajadores de Telefónica. Ahora cambian algunas cosas, el ERE suponía el acuerdo entre tres instancias: la Empresa, la Administración y los Sindicatos. El ERE presuponía que había un Plan Social, que tenía la aprobación del Ministerio de Trabajo y el objetivo de reducir 10.849 puestos de trabajo hasta el 31 de diciembre del año 2000. Luego vinieron más ERE’s: el de 2003/2007 y el último de 2011/13.
El año 2002 se promulga la Ley Orgánica de Asociación, que desarrollaba el derecho fundamental de asociación, reconocido en el artículo 22 de la Constitución. Esa ley orgánica 1/2002 de 22 de marzo, publicada en BOE de 26 de marzo, entró en vigor a los dos meses de su publicación, y la asociación, recientemente constituida, se acogió a ella, publicó sus Estatutos y confirmó a la Asamblea General, integrada por todos los asociados, como el órgano supremo de gobierno de la asociación, que adopta sus acuerdos por el principio mayoritario o de democracia interna y se reúne, al menos, una vez al año. Además, como órgano de gobierno y forma de trabajo, la Junta Directiva y dos comisiones, una para relaciones con la Administración y otra para las relaciones con Telefónica.
Como decíamos en nuestro boletín número 15, de enero-marzo 2009, conmemorando los 10 años de la asociación:
«Durante la década pasada se han realizado múltiples trabajos. La mayoría de ellos han pasado desapercibidos para los asociados. No podemos olvidar que las labores más sordas e ingratas son: el estudio de los problemas, la recopilación de información, las consultas a los expertos, el análisis de las alternativas, la procedencia de su viabilidad, etc…
Todas las reivindicaciones sociales son carreras de fondo y de relevo….
El que renuncie a participar en movimientos asociativos por cansancio, fatiga de unos pocos años y abandone por creer que no se conseguirá lo no conseguido en poco tiempo, deja la batalla en su mitad y, lo que es peor, el equipo menguado….
Nadie puede negar que detrás de estos 10 años ha habido mucho trabajo y mucha dedicación, pero SIN VOSOTROS NADA ES POSIBLE.»